viernes, abril 01, 2005

¿Y ahora quién podrá salvarnos?

Esperé los partidos contra Brasil y Ecuador para hacer un comentario más preciso de la situación de nuestra selección. Como dije en el post previo, contra Brasil era necesario que los once jugadores estén inspirados (mental y técnicamente), sin embargo ello no se dio; el chorri demostró que calidad ya le queda poca; que Solano es intrascendente. Autuori puede ser considerado culpable en el partido contra Brasil, considero que no. La defensa estuvo bien parada - ¡Grande Rebosio! -hasta la lesión de Rodríguez, entró Guadalupe y como sabemos Guadalupe es Guadalupe, así de simple.

Contra Ecuador se desaprovecharon demasiadas posibilidades de gol, no puede ser que Mendoza falle un gol como el que falló, hasta mi abuelita la hacía, pero bueno él quizo hacerla, ni modo la camiseta de la selección y el Nacional pesan.

Y ahora ¿qué?. Despedir a Autuori no es solución, considerando que los procesos se deben respetar y cualquier otro técnico en el mundo no podría hacer nada a falta de cinco fechas. El problema del fútbol peruano no son los técnicos, hay muchas cosas por desarrollar: Infraestructura, divisiones menores, clubes formales y sin dirigentes que vayan a llenarse los bolsillos, cambiar la mentalidad del futbolista peruano, que sea ganador, aunque para ser sinceros ese es un problema de toda la sociedad peruana.

Bueno ahora a esperar y luchar las cinco fechas que quedan, lo que creo es que al final el resultado va a ser el mismo de los últimos 20 años: eliminación. Ojalá Dios se acuerde que es peruano y me equivoque.

2 comentarios:

Arturo dijo...

uy.. para poner futbol como parte del título de un blog debes ser bien osado o.. en todo caso, una muestra de la persistencia de la esperanza.

Yo también soy hombre de fé pero no religiosa ni mucho menos puesta en nuestro futbol.

Celebro que Cienciano haya logrado esos títulos pero creo que es la excepción de la regla.

Edwin De Olarte dijo...

Totalmente de acuerdo, sí pues con lo irregulares que resultaron nuestros peloteros, especialmente de la cabeza, uno nunca sabe qué va a pasar, pero bueno como dices la fe es lo último que se pierde